A todos nos emociona de alguna manera una sorpresa, o que alguien diga que nos darán un regalo, esto es por la sorpresa que se encuentra en nuestras emociones y es muy importante, incluso la filosofía tiene como primicia para que prospere el asombro, si el hombre no se asombrara, no buscaría resolver los enigmas y las sorpresas que le prepara el mundo ¡Así de importante es la emoción del asombro!
A mi me emociona encontrar algo bueno, saber que es bueno y que al camino para tenerlo y encontrarlo es largo o difícil, me emociona esa sensación, hoy comencé mis estudios teológicos y precisamente esa emoción me acompaño todo el día, que emoción para mi tener algo en el espíritu, estar lleno de esa vitalidad, que es Dios, el conocimiento de Él, todo lo relacionado a la fe, pensar que es un camino que no se termina (no me daría la vida para leer todos los libros sobre Jesús) pero que cada vez se va tornando mejor y más hermoso, esa en realidad es la mejor de las emociones, claro que comprendo es felicidad, felicidad por la emoción misma de tener algo para siempre ¿A ti no te emocionaría?
Muchas cosas me superan, no soy un erudito, ni un intelectual de gran categoría, solo deseo tener lo que a mi capacidad me llena, un vaso por muy pequeño que sea así se llena por completo, ha dado todo lo que tiene, y al emprender este camino quiero dar todo lo que tengo, solo Dios dirá mi futuro, pero el hoy es que este vaso comenzó a llenarse.
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